domingo, 17 de agosto de 2008

María ha sido llevada al cielo, Aleluya!

Hoy en Perú, la liturgia dominical conmemoraba la asunción de María, al final de su vida terrena, al cielo (si bien en muchos países se celebró el 15 de agosto).

Creo que lo que puede resumir el misterio de nuestra Madre, está en el n. 199 del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, que podemos consultar en Fluvium:
Contemplando a María, la toda santa, ya glorificada en cuerpo y alma, la Iglesia ve en ella lo que la propia Iglesia está llamada a ser sobre la tierra y aquello que será en la patria celestial.
No podemos desligar a María de la persona de Jesucristo. Ni de la Iglesia. Ella, su persona, su misterio, es imagen o ícono de lo que está llamada a ser.

Les dejo una canción de Cesareo Gabarain, de mis favoritas: María es esa Mujer.


¿Quién será la mujer que a tantos inspiró
poemas bellos de amor?
Le rinden honor la música y la luz,
el mármol, la palabra y el color.
¿Quién será la mujer que el rey y el labrador
invocan en su dolor?
El sabio, el ignorante, el pobre y el Señor,
el santo al igual que el pecador.

María es esa mujer,
que desde siempre el Señor de preparó
para nacer como una flor,
en el jardín que a Dios enamoró. (bis)

¿Quién será la mujer radiante como el sol
vestida de resplandor?
La luna a sus pies, el cielo en derredor
y ángeles cantándole su amor...
¿Quién será la mujer humilde que vivió
en un pequeño taller?
Amando sin milagros, viviendo de su fe,
la esposa siempre alegre de José.

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