Es el lema del escudo episcopal de Monseñor Venancio Orbe Uriarte, Obispo Emérito de Moyobamba, Pasionista, quien falleció el viernes 18 de julio, a las 6:45 a.m. No lo conocí de cerca; el domingo supe que tuvo labor intensa.. Para que lo conozcan, copio un texto de http://www.pasionistasperu.com/peru_pas_informa/murio_mons_venancio_orbe.html"Tuvo que salir en defensa de su pueblo en el tiempo del terrorismo (MRTA y SL) por los años ochenta. La zona de San Martín era una zona muy especial por el sembrío de la coca y como consecuencia de esto el narcotráfico.
Tuvo que intervenir en muchas ocasiones para liberación de personas que eran rehenes de estas fuerzas subversivas. Un ejemplo nada más: en mayo de 1991 fueron secuestrados nueve miembros de la Policía nacional de Rioja, por el Grupo MRTA. La Iglesia de Moyobamba intervino inmediatamente para que se respete la vida y la liberación. MRTA no atendió la intercesión de la Cruz Roja ni del Gobierno; pero escuchó los ruegos de la Iglesia y escogió a Mons. Venancio como intermediario. Quien gracias a él, después de una negociación se logró liberar a los rehenes."
"¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! Has sido fiel en lo poco; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu Señor!" (Mt 25,23)
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